La hierba lavanda se utiliza desde hace siglos con fines terapéuticos.
Abundante en perfumes, popurrís y baños y productos para el cuerpo, Las flores de lavanda también son comestibles y se encuentran en el famoso condimento Herbes de Provence.
El aceite esencial de lavanda se puede utilizar como ingrediente en productos de limpieza caseros, incluidos desinfectar la taza del inodoro.
Esta hierba tiene muchos otros beneficios, incluidos analgésicos, antibacterianos, antidepresivos, antifúngicos, antiinflamatorios, antisépticos, sedantes y más.
Aplicado tópicamente, el aceite esencial de lavanda sin diluir puede ayudar a tratar el acné, el pie de atleta y las picaduras de abeja.
El té de lavanda se puede utilizar como enjuague bucal para eliminar el mal aliento o como pediluvio para aliviar el cansancio.
Simplemente oler el aroma de lavanda puede ayudar a aliviar los sentimientos de estrés y depresión. Se ha demostrado en estudios que la inhalación de lavanda reduce significativamente los niveles de ansiedad (pero no la presión arterial).
El uso de aceite esencial de lavanda Se descubrió que reduce la ansiedad general y mejora el sueño de los pacientes con cáncer sometidos a tratamientos de quimioterapia.
Para calmar a los niños malhumorados (¡o a usted mismo!), agregue aceite de lavanda al agua del baño.
Agregada al aceite de masaje, la lavanda puede ayudar a tratar los dolores musculares, la celulitis y el reumatismo.
"Aromaterapia: El efecto de la lavanda sobre la ansiedad y la calidad del sueño en pacientes tratados con quimioterapia" por A. Ozkaraman et al., Revista Clínica de Enfermería Oncológica, 4/18
"Efectos de la lavanda sobre la ansiedad: una revisión sistemática y un metanálisis" por D. Donelli et al., fitomedicina, 19/12